martes, 26 de enero de 2010

Desde la lejanía

Aquí vuelvo de nuevo, al mundo de las palabras. Este mundo por el cual todos aquellos interesados, los que pasaban por casualidad, los cotillas…, en general todo aquél que lee mis aventuras, se siente un poco más cerca de mí y vive conmigo esta experiencia.
Muchos días y situaciones han pasado, pero no sabría muy bien explicar el porqué no he escrito antes. Diferentes factores están implicados;
¿El calor? te agota, llevo más de 7 meses de verano continuo e intenso. Muchos dirán, no sé porque se queja, aquí hace mucho frío y no se puede ni salir a la calle casi. Lo entiendo, pero imaginaros una de las noches más calurosas del verano, donde buscáis desesperados una brisa fresca que os devuelva a la vida. Así llevo 8 meses, (los 3 meses de verano de España y los más de 5 que estoy en Camboya) buscando una brisa fresca que me de la vida, pero no viene.
Ahora mismo estamos en el “invierno” camboyano, sí, lo pongo entre comillas porque 30 grados no es invierno!!. Pero ellos actúan como si de un invierno polar se tratase. A primeras horas de la mañana, les ves frotándose el cuerpo para entrar en calor con chaquetas de borrego, incluso gorros de lana. Por la noche, ya el asunto roza lo surrealista, gentes con abrigos de plumas. Otra señal de la estación fría son las continuas enfermedades de los chicos, no hay día en el que uno no esté con catarro y moqueando debido al “frío”. Lo más curioso es como combaten esas enfermedades, y es empleando en llamado masaje tradicional camboyano. Imagino que al leer la palabra masaje, te ha venido a la mente una situación de placer, pero aquí es todo lo contrario, éste masaje consiste en aplicar repetidos golpes o fricciones a la piel, hasta que quede amoratada. Muchas veces utilizan una moneda, una cuchara o algún elemento metálico para poder realizar las fricciones a la piel en las zonas del pecho, espalda, frente, cuello y piernas. La primera vez que me di cuenta fue cuando vi a través de la camisa de uno de los estudiantes, su pecho lleno de moratones que seguían rítmicamente un dibujo. Pensé que había tenido un accidente, pero la perfección del dibujo me hizo dudar, así que le pregunté. Él me explico que lo hacen cuando están malos para poner la enfermedad fuera del cuerpo.
Otro de los factores implicados en la no actualización de mi blog;
¿La soledad? me ha acompañado durante mucho tiempo, sobre todo en momentos señalados como las navidades, mi cumpleaños y días simples, donde la lejanía se hace difícil. Las navidades han sido muy extrañas, y especiales dentro de su rareza. La Noche Buena se presentó diferente, lo más destacable fue mi plato de arroz con verduras para la cena, y a las 9 a la cama. La Noche Vieja me trajo un regalo, mi francés, 40 minutos antes de recibir la nueva década. Corriendo del aeropuerto llegamos a la habitación del hotel, donde horas antes había preparado una botella de vino y unas frutas exóticas que hacían la función de las uvas españolas. Unos minutos antes de las 12:00, estaba histérica buscando una cadena de televisión donde poder ver las “campanadas”, finalmente acabamos viéndolo en la televisión camboyana. Las frutas que simulaban a las uvas las dejamos para las 12:00 de la noche en Europa, (eso quiere decir, que a las 6 de la mañana nos despertamos para celebrar el fin de año en España y Francia), encontramos la TVE 1 internacional y pudimos ver a Ane Igartiburu como se pelaba de frio en la puerta del Sol, mientras el sonido correspondía a un canal chino.
Ahora toda esa soledad ha quedado atrás ya que tras casi 6 meses, me encuentro muy adaptada y mi francés ha decidido hacer esta experiencia conmigo durante los 6 meses restantes.
El último factor en juego;
¿El trabajo? últimamente me encuentro muy implicada en las clases y otros trabajos relacionados con la escuela y los chicos. En eso empleo casi todo el tiempo, desde las 7:30 que empiezan las clases, hasta las 4:30 que terminan. El último ejercicio realizado ha sido muy gratificante para todos, para los chicos por ser su primera experiencia en el reporterismo y para poder denunciar una situación, de las miles que existen en este país, que es realmente lamentable. El ejercicio consistía en visitar y hacer un reportaje del basurero, a 15 kilómetros de Sihanoukville, donde viven casi 100 personas en una situación terrible, sin acceso a agua potable, conviviendo con las enfermedades y comiendo directamente de la basura, porque con unos 30 céntimos de euro al día, es difícil alimentarse. En esta comunidad, la mayoría de los habitantes son mujeres con niños pequeños, que no siendo suficiente la amargura de vivir en un lugar así, tienen que soportar las violaciones que algunos militares a modo de diversión, realizan los días que más borrachos están. Una de las mujeres entrevistada, nos aseguró que no pueden hacer nada por miedo a las represalias, por miedo a lo que les puedan hacer, ya que tienen que soportar como violan a sus hijas (muchas veces niñas) delante de ellas, pero prefieren eso a que los maten. Mientras estas palabras salían de su boca, me era imposible dejar de mirar a la veintena de niños que escarbaban en las montañas de basura, rodeados de una nube negra que revoloteaba a su alrededor, (las millones de moscas que viven con ellos).


Tú y yo que estamos aquí delante, escribiendo y leyendo estas palabras, en un lugar confortable, con comida en la nevera y una ley que más o menos nos protege ante los delitos, debemos sentirnos personas muy afortunadas. Aprovecha y disfruta esa fortuna, porque si la rechazas o no la valoras, gente como la que vive en este basurero se sentiría ofendida, ya que cada noche mientras rezan porque no les vuelvan a violar, sueñan con estar en tu lugar.


sábado, 26 de septiembre de 2009

El primer mes

Son 31 dias, con sus 744 horas correspondientes, el tiempo que llevo en Camboya. Durante estos dias, son muchas las cosas que he vivido, entre ellas una de las peores experiencias de m i vida, pero eso lo explicare mas adelante.
A mi llegada a Camboya, un simpatico chileno me recibio en el aeropuerto, y fue en el centro donde el trabaja, Don Bosco Phnom Penh, donde pase mi primera noche. Por fin estaba en Camboya, despues de casi dos anos buscandolo y trababajando para ello, me encontraba en un pais, del que Europa apenas habla. Un pais casi desconocido para muchos. Al dia siguiente cogi un autobus hacia Sihanoukville, mi residencia durante los proximos meses.
Sihanoukville es una pequena ciudad al sur de Camboya, donde el verde de la naturaleza salvaje se mezcla con el azul del Golfo de Tailandia.

Es una ciudad caotica para cualquier extranjero, pero ordenada para la mentalidad camboyana. Lo caotico se aprecia desde que pisas la ciudad, donde el trafico, principalmente motos, no llevan un orden circulatoriao, aparecen de izquierda a derecha, por atras y por delante, donde todo y todos se cruzan, ninos por las carreteras, vacas, perros, cabras, gallinas, y sobre todo, motos y mas motos. Las motos, normalmente van con tres, cuatro, cinco e incluso seis personas, conducidas por ninos, mayores y jovenes. Lo caotico tambien se impregna en las viviendas. La mayoria son viviendas muy humildes, de madera y una sola habitacion, donde sobre una tarima de madera, duerme toda una familia. Estas casas estan llenas de todo tipo de trastos y normalmente rodeadas de basura. Basura que no les estorba, basura por todos los lados. Cualquier resto y desperdicio, los tiran a las puertas de sus casas, sin importarles que esto sea un paraiso para las ratas y las infecciones. Junto a estas tipicas casas camboyanas, te encuentras con grandes casas, casi mansiones, con materiales de calidad y rodeadas por rejas, donde en lo alto aparecen alambres con puas a modo de carcel. Grandes casas como estas, son solo privilegio de unos cuantos, como los jefes de policia que ganan dinero extra con el sudor de los sobornos, unos cuantos comerciantes, que gracias a inflar los precios, tanto a camboyanos como, el doble, para los extranjeros, cuentan con un Land Rover ultimo modelo. O los jueces y politicos, quienes sin corrupcion, la vida no tendria sentido.
La corrupcion y el engano estan instalados en lo mas profundo del camboyano, desde el vendedor de la esquina hasta el mayor cargo politico.
Es verdad que generalizar es simplificar, asi que lo que menos pretendo es generalizar, ya que se que no en todos los camboyanos existe este sentimiento, pero si en un gran porcentaje.
El extranjero, o narices largas como lo llaman los camboyanos, (en mi queda evidente que soy extranjera), es un billete andante. Creen que todo extranjero es rico y tiene montanas de oro, a lo tio Gilito. Siempre pretenden sacarte mas de lo que puedan, con decir que existen dos tipo s de precio en los billetes de autobus, queda claro.
-Deme un billete para Phnom Penh por favor. Cuanto es?
-6 dolares
-pero no eran 4 dolares?
-no, 4 es para los camboyanos
-oiga, que voy al mismo sitio y tengo los mismos asientos que los camboyanos, por que es mas caro?
-porque eres extranjera

Y con una sonrisa que le llena la cara se queda mirando mi expresion de sorpresa, sin decir mas ni dar mas explicacion.
-gracias y adios.
Conociendo estos pequenos detalles de la vida camboyana, paso mis primeros dias. Dias en los que la soledad me acompana hora tras hora. El tiempo lo empleo en leer y no hacer nada. Ha dado la casualidad que mi llegada coincide con el mes de vacaciones de los chicos en la escuela, asi que tendre que esperar mas de un mes para poder trabajar y que asi el tiempo se convierta en mi aliado.
Con la llegada de Albeiro, un salesiano colombiano, se me hacen mas amenos estos primeros dias, ya sea porque con el es el unico con el que puedo hablar en castellano, o porque es una persona alegre y muy activo, pero los dias se hacen mas llevaderos.
Albeiro me propone acompanarle ,junto con otros 6 chicos de la escuela, a hacer un viaje hasta Siem Reap , para grabar unas imagener de los preciosos templos de Ankor Wat. A pesar de ya conocer los templos, me decidi a ir con ellos, porque nada tenia que hacer en Sihanoukville. A la manana temprano salimos hacia Phnom Penh, la capital, que se encuentra a medio camino hasta Siem Reap. Me pregunto si yo manejaba (conducir, para los que esten poco familiarizados con el castellano latinoamericano). -Por supuesto. Le conteste muy decidida. -Bien, entonces nos turnaremos para conducir. El viaje que dura mas de 3 horas en coche por una carretera de doble sentido, en la que te puedes encontrar de todo cruzando por ella, tienes que adelantar camiones, motos, autobuses..., mientras por el otro carril, hacen lo mismo. Me toco conducir la ultima. En cuanto salimos de la ciudad ya me estaba arrepintiendo de haberme sacado el carnet de conducir anos atras. Quien me mandaria a mi?!?, me preguntaba mientras veia que cuando queria adelantar, venia hacia mi un camion por el sentido contrario. Creo que unos meses de vida los perdi en aquella hora escasa en la que conduje, que estres, que palpitaciones. Pero llegamos enteros a Phnom Penh. Decidimos pasar la noche alli y salir a la manana siguiente, asi que teniamos tiempo de dar una vuelta por la ciudad.
El simpatico chileno que me recogio en el aeropuerto el primer dia, se ofrecio a llevarnos por la ciudad, asi que nueve personas nos metimos en la furgoneta con ganas de divertirnos, a pesar del tremendo aguacero que caia sobre la ciudad. Lluvia de monzones, que es lo mas parecido que he visto al Diluvio Universal, apenas se veia nada, pero al chileno no le preocupaba y cada vez iba mas y mas rapido. Un camion se cruza en medio de la carreteras, el conductor continua y cuando ya lo tenemos casi encima, intenta frenar pero el coche o no responde, o patina, o que se yo, pero chocamos contra el deposito de gasolina del camion. Que golpe, que miedo, que confusion. Desorientados intentamos buscar un hopspital, tras 2 horas de busqueda, damos con uno.

Finalmente cuatro ingresados con heridas leves y los demas magullados sin gravedad. Lo unico que tenia en mente era a mi gente, mi familia y mi novio, necesitaba estar con ellos, como cuando eres pequeno y te caes que vas corriendo en busca de tu madre para que te consuele y te proteja. La noche paso despacio y en vela, que soledad mas triste.
Cuando se recuperaron los hospitalizados, decidimos volver a Sihanoukville, la excursion se habia terminado. Con el panico aun en el cuerpo, el viaje de vuelta se hizo angustioso y estresante para todos, pero por fin llegamos a Sihanoukville.
Pasaron los dias entre visitas a celebraciones budistas, donde la gente ofrece dinero y comida a los monjes y monjas, para que asi de alguna manera llegue a sus familiares muertos. Tambien visitas a la playa y alguna que otra cerveza.
Ya disponia de movil, que lujo, poder hablar con mi familia y estar mas cerca de mi amor, que falta me hacia.
En esos dias seguia conociendo y a su vez enfadandome con la forma de ser de algunos camboyanos. Ejemplo de ello fue cuando al querer pagar 3 cervezas, nos pusieron otras 3, -un error, dije a mi acompanante indio, -no, me respondio, -lo hace con intencion porque somos extranjeros. Cuenta de ello me di el dia que fui a poner gasolina en el coche y le dije a la mujer que me pusiese 5 dolares, y ella me puso 25.
Peor las cosas son asi, es otra mentalidad, es un pueblo que ha sufrido mucho, una guerra que fue un genocidio, existen muchas miserias y violaciones de los derechos humanos. Una cultura tan diferente que hasta para expresar el gento de decir no, lo hacen de otra manera a la nuestra.
Un dia buscaba poner saldo al movil , asi que fui en busca de una de esas tiendas que tienen de todo, para comprar una tarjeta de 5 dolares. Como pude le pregunte a la dependienta si tenian tarjetas de la compania que uso, la senora me miro y me hizo un gesto con la mano, que consiste en girar la muneca sobre si misma varias veces con los dedos extendidos. Me quede durante unos segundos frente a ella intentando adivinar que queria decir, -sera un alomejor, asi asi, mas o menos?, pero eso no podia ser porque o tenia o no tenia. Me preguntaba si tendria que que hacer algo o pasar algun tipo de prueba para que la senora me diese la tarjeta, porque no entendia aquello. A los segundos, pense que si tenia, la hubiese sacado rapidamente, asi que comprendi que aquel gesto queria decir no. Mientras pensaba todo esto, mi cara debio de ir cambiando segun intentaba adivinar y a la senora le debio de resultar graciosa, porque cuando me marchaba, ella se quedo riendo.
Pasados algunos dias, Albeiro nos propuso, a mi y a otro voluntario aleman, muy aleman, llamado Krischan, ir con el a Siem Reap, pero esta vez en autobus. Cogimos el autobus de noche en un viaje de unas 11 horas. Llegamos temprano y nos pasamos el dia Krischan y yo visistando los templos de Ankor Wat, que nunca dejaran de maravillarme.
Al dia siguiente cogimos el mismo autobus hacia Sihanoukville, viaje que se me hizo algo dificil ya que sigo teniendo miedo a las carreteras, y mas si son camboyanas.
El mismo dia que llegamos de Siem Reap, me llaman desde Phnom Penh diciendo que hay problemas con mi visado, asi que tengo que salir del pais y volver a entrar para poder conseguir un visado nuevo, ya que el mio caducaba en dos dias. Tengo que salir del pais para volver a entrary asi me den otro visado?, no lo entendia, pero tampoco intente buscarle la logica porque asi es la logica camboyana, y hasta dentro de un tiempo creo que me sera dificil de comprender.
Con mi maleta aun sin deshacer del viaje anterior, me dirigi a Phnom Penh y alli pase la noche. Al dia siguiente estaba viajando en autobus, claro esta, a Vietnam. Llegue a Ho Chi Min (antigua Saigon), una ciudad grande y bastante moderna para encontrarse en un regimen comunista, pero igual de caotica que cualquier ciudad del sudeste asiatico. Me hospede en un hotel de mala muerte por 10 dolares, alli, sola y acusada por el hambre me dispuse a buscar algo que comer. Pero primero tenia encontrar algun sitio donde cambiar el dinero a la moneda local. Por fin lo encontre,
-Cuanto es 1 dolar?.
-17, 385 dongs.
Madre mia, si con 30 dolares cambiados, llevaba un fajo de billetes que nunca antes habia visto ni tenido. Emocionada por lo abultado de mi monedero, pense en disfrutar un poco y hacer alguna excursion de esas para extranjeros, donde te ensenan los tuneles que los vietnamitas tenian para escapar de los soldados americanos, en la guerra del Vietnam. Entre a una agencia y pregunte por la excursion mas barata. -Unos 100 dolares para uno solo, me dijo, entonces me di cuenta que las cosas para guiris se salian de mi presupuesto de voluntaria sin un duro, y con las mismas al dia siguiente volvi a Camboya.




jueves, 16 de julio de 2009

Los preparativos

Aún queda casi un mes antes de la partida hacia el lejano Oriente y un cúmulo de sensaciones se me agolpan, sensaciones que van desde la excitación de emprender un viaje iniciático, hasta la tristeza por dejar a la familia, amigos y sobre todo esa persona que apenas hace un año entró en mi vida y hoy representa la otra mitad de mi ser. Pero este proyecto me toca vivirlo desde la lejanía y en soledad.
Son muchas las expectativas que uno se hace antes de vivir en otro país, aunque todas esas expectativas son mejor dejarlas a un lado, quiero que todo me sorprenda, como un niño libre de prejuicios, que descubre el mundo por primera vez. Ese mundo será el que os cuente a través de este blog. No solo yo viviré en la llamada "conchinchina" (sudeste asiático), también vosotros podréis trasladaros mediante mis relatos y mis fotos a este lugar, así os tendré a todos presente en mi nueva aventura.
Buen viaje a todos...